Como fisioterapeuta especialista en el área de terapia manual ortopédica, siento la necesidad de compartir con la sociedad una solución a situaciones que se pasan por alto y perjudican la calidad de vida de los colombianos; durante 15 años de experiencia clínica he visto, a diario, que los pacientes hacen búsquedas interminables por su bienestar, la solución está en nuestras manos, pero debe ser expuesta con mayor intensidad para que más colombianos puedan llegar a ella.
Se calcula que la prevalencia mundial de la cefalea (al menos una vez en el último año) en los adultos es de aproximadamente 50%. Entre la mitad y las tres cuartas partes de los adultos de 18 a 65 años han sufrido una cefalea en el último año, y el 30% o más de este grupo ha padecido migraña. La cefalea que se presenta 15 días o más cada mes afecta de un 1,7% a un 4% de la población adulta del mundo. A pesar de las variaciones regionales, las cefaleas son un problema mundial que afecta a personas de todas las edades, razas, niveles de ingresos y zonas geográficas. Organización Mundial de Salud OMS
Al realizar una búsqueda sobre el dolor en la página de OMS se encuentra muchas enfermedades que lo causan incluso se hace mención del dolor como predisposición para las tasa de suicidio, por lo que debemos alertarnos y tener en cuenta cómo tratarlo, durante mi experiencia me he encontrado con personas que han padecido de dolor durante más de 30 años con diversos diagnósticos y en medio de su disfunción recurren a varias especialidades médicas, dado que a través del tiempo ya no es un dolor localizado sino que lo presentan en varios puntos o son variables, a lo que muchos se refieren como que el “dolor camina” y la mayoría de veces se sienten avergonzados de manifestar la diversidad de sus dolencias.
Lo que me motiva a escribir es ver como cada especialidad mira desde su óptica y mientras tanto el paciente evoluciona a una desbordante perdida en su calidad de vida, ya que el dolor lo lleva a la ausencia de descanso nocturno (vigilia) y obviamente a una decreciente productividad, afectando su entorno psicosocial, donde las emociones se vuelven vulnerables, (irritabilidad, depresión, entre otros); pero como para todo hay un culpable en nuestra salud, hoy es el estrés.
Como terapeuta manual ortopédica puedo decir que cuando un paciente habla de dolor crónico (más de tres meses) ya es razón para prender mi alerta de escucha e iniciar el razonamiento respectivo. Nuestro sistema neurológico tiene un mecanismo estudiado durante siglos, el cual parte de un estímulo (lesión, entendiéndose que puede ser por trauma, posiciones mantenidas, entre otras) lo que activa una cascada de sustancias químicas (las más conocidas histamina, bradicinina, adrenalina) que a su vez desencadena un edema (acumulación de líquido intracelular) generando una isquemia (falta de oxígeno) en el tejido local y el desequilibrio conlleva de manera paralela a dos situaciones:
- Una, los cambios en su postura como protección al dolor que con el tiempose vuelven cada vez más problemáticos por los cambios estructurales (escoliosis, artrosis, entre otras).
- Dos, activación de nociceptores (neuronas locales) que transmiten el dolor al sistema nervioso central y al cerebro que activando el sistema nervioso simpático liberan noradrenalina lo que aumenta el estrés y empeora todo el proceso.
Esta es una explicación básica de un proceso infortunado, que puede ser vivido por años por muchas personas y que podemos manejar con la formación como especialistas, controlándolo a tiempo, para prevenir una secuencia de eventos fisiopatológicos (enfermedades).
Los terapeutas manuales ortopédicos profundizamos en el área de neurología, fisiología, biomecánica, entre otros, que nos permite hacer análisis globales, para de esta manera intervenir con una serie de herramientas manuales y tecnológicas en pro del bienestar general de los pacientes y por ende de su calidad de vida.
Para contextualizar, utilizaré como ejemplo el caso de una paciente de 65 años de edad, quien me visito buscando una “solución integral a algo” pues manifiesta dolor en lado derecho de su rostro, cuello, muñecas, dolor en rodillas e inflamación abdominal, como antecedente menciona dolores de cabeza (por consumo de carne), dolor lumbar, no relevante para ella ya que ha vivido con el mucho tiempo, con antecedente de caída con lesión en coxis, hace aproximadamente 30 años, estreñimiento, retención de líquidos, dolor en trigémino y oído desde hace 30 años, adicionalmente ha sido sometida a diversas cirugías abdominales.
La paciente refiere su insatisfacción por el servicio médico ya que ha consultado en repetidas ocasiones y es remitida de una especialidad a otra, donde la solución siempre ha sido cirugía, lo que no es una alternativa para ella en su momento, así que decide buscar alternativas de tratamiento con medicina tradicional china, acupuntura, terapia neural entre otras y es la razón por la que consulta a fisioterapia especializada.
A la valoración desde la óptica de la terapia manual ortopédica se encontró una serie de asimetría o desequilibrios estructurales en diferentes segmentos corporales o articulaciones que nos permite reflexionar acerca de las condiciones y necesidades propias de cada paciente, generando una hipótesis de una disfunción neuroartromiokinematica (nervio, articulación, músculo, movimiento), por lo que continuamos con una valoración más exhaustiva en la que se realizan una serie de pruebas clínicas para realizar un diagnóstico diferencial (fortalecer la teoría de disfunción mecánica y descartar una patología de mayor gravedad) y así generar un plan de tratamiento, donde a través de la liberación del tejido conectivo con técnicas apropiadas para la fase en que se encuentre (unos tejidos pueden estar en proceso inflamatorio y otros en estados fibrosos) y movilizaciones articulares devolviéndole el equilibrio biomecánico a las estructuras corporales para potenciar su funcionamiento global (el cuerpo funciona como un mecanismo de piñones), lo que va de la mano con el control de dolor (si no hay estímulo para iniciar el proceso de lesión, no hay respuesta dolorosa).
La diferencia entre las ópticas de cada especialidad se deriva del diagnóstico y la solución al problema real de cada paciente, en el caso del ejemplo, el otorrino remitió la paciente a un especialista maxilofacial, quien propuso cirugía para mejorar la condición de su nervio trigémino, un ortopedista dio remisión para remplazo articular de rodillas y remitió a fisioterapia para manejo de dolor lumbar, en reumatología se descartó enfermedad reumática y la terapeuta manual ortopédica, yo, consolidé la información inicié tratamiento postural y remití a odontología para manejo de oclusión, con lo que le solucioné las dolencias a la paciente estimulando de manera apropiada la fisiología natural del cuerpo. Explicándole a mi esposo mi trabajo, concluimos que esto es como cuando los ruidos de un carro desaparecen tras la alineación de las llantas.
Con una valoración diagnóstica adecuada, la información suficiente y un análisis global de la sintomatología los pacientes presentan mejoría desde la primera sesión, sin embargo, cabe aclarar que existen causas que mejoran la respuesta como lo es el caso en el que los pacientes realizan actividad deportiva, como aquellas que lo retardan un poco como la inactividad y enfermedades como la diabetes o hábitos como el cigarrillo. Por lo que dentro del tratamiento el primer objetivo es generar conciencia en los pacientes de su condición y necesidades.